Con un presupuesto de 3.627.435 euros, cofinanciado por la Unión Europea en el marco del programa europeo Interreg Poctefa, el 1 de enero de este año arrancó el proyecto Uramuga, un ejemplo de cooperación transfronteriza, en este caso con la gestión integral del agua como nexo de unión y objetivo de ayuntamientos y entidades ambos lado de la muga.
Forman parte del proyecto entidades públicas competentes en la gestión de saneamiento y agua potable en las regiones transfronterizas de Gipuzkoa, Nafarroa e Iparralde: Servicios de Txingudi – Txingudiko Zerbitzuak S.A., NILSA (Navarra de Infraestructuras Locales S.A.), Communauté d’Agglomération Pays Basque (CAPB, que engloba a 158 localidades de Iparralde) y los ayuntamientos de Bera, Lesaka, Valle de Baztán, Urdazubi-Urdax y Luzaide/Valcarlos.
También son asociados, aunque sin financiación, la Agencia Vasca del Agua (URA), la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, L’Agence de l’EAU Adour-Garonne y Département des Pyrénées Atlantiques,
Bidasoa, Nivelle y Nive
La presentación oficial del proyecto se llevó a cabo ayer en las instalaciones que Servicios de Txingudi tiene en Atalerreka. Allí explicaron que Uramuga impulsará la gestión sostenible y la gobernanza conjunta del ciclo del agua en las cuencas transfronterizas de los ríos Bidasoa, La Nivelle y La Nive.
La mejora de la gestión integral del ciclo del agua en las zonas referidas se llevará a cabo en tres direcciones. Por un lado, la mejorar del modelo de gobernanza y el establecimiento de un marco de actuaciones conjuntas en relación a la gestión del agua en un espacio transfronterizo con marcos administrativos y jurídicos diferentes.
Igualmente, la renovación de sistemas de saneamiento compartidos en diferentes puntos del territorio transfronterizo que generan problemas en determinados momentos (mareas vivas, fuertes lluvias, etc.).
Y, por último, el fomento del uso racional del agua, al tratarse de un recurso escaso y a la vez esencial para la vida. Los impulsores de Uramuga entienden que «ese uso racional es más importante que nunca para construir un sistema económico sostenible y que el agua es un recurso vital para la ciudadanía y las actividades económicas también la necesitan».
Avance de la sociedad
En la presentación de ayer, Igor Enparan, alcalde de Hondarribia, destacó que «durante muchos años, incluso siglos, el agua ha sido frontera y fuente de conflictos. Pero ahora tenemos un proyecto comunitario, que dará servicio a muchos ciudadanos, y transfronterizo. Es un logro de muchas entidades del que tenemos que alegrarnos, un ejemplo de cómo avanza la sociedad».
Por su parte, Cristina Laborda, alcaldesa de Irun y presidenta de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi, señaló que «damos inicio a un nuevo proyecto de trabajo conjunto entre instituciones de ambos lados del Bidasoa, que ha sido siempre el encargado de marcar esa línea y que nos brinda ahora la oportunidad de compartir un trabajo en común».
Laborda recordó que «la Mancomunidad de Servicios de Txingudi ha participado anteriormente en varios proyectos transfronterizos relacionados con la gestión del agua, como es el caso de las aguas recogidas en Joncaux, en Hendaia, que son tratadas en nuestras instalaciones. La cooperación transfronteriza es una realidad en nuestro día a día y más importante que nunca, para dar respuesta a los retos medioambientales que tenemos».